miércoles, 26 de noviembre de 2008

LA IRA - ORIGEN DE TODA VIOLENCIA

LA IRA y la VIOLENCIA.

¿Es reconocida oficialmente y declarada como tal, la que sería otra enfermedad de tipo Psicopática - Patológica - Sistemática - Psicológica o Mental, y de síntomas que no han dejado vivir en armonía y felicidad al ser humano?

En capítulos anteriores decía que existen enfermedades que son muy difíciles de llegar a admitirlas y reconocerlas por la persona afectada, como es el caso de adicciones como por ejemplo el alcoholismo, drogadicción, entre otros; entonces, en la medida que podamos darnos cuenta de este mal "enfermedad" como es el caso de la ira y sus acciones de violencia es posible avanzar. Es muy difícil que la mente de uno mismo admita y asimile a tal grado, a algo que va en su contra y que no le conviene bajo ningún punto de vista ser reconocida y controlada. La ira (violencia) es igual que una adicción profunda y se ha dejado a la deriva por la inercia de las costumbres y sistemas sociales, en donde existen tal magnitud de contradicciones en el sentido de poder comprender al flagelo más terrible de la humanidad moderna… 

Alguien que haya podido reconocer en sí mismo a la IRA, habrá dado una respuesta de inteligencia. 

Quien se ha dado cuenta de la ira y todos sus derivados que existen, ha dado un paso importante de transformación para descubrir el origen de la violencia.
Una persona que controla a la ira, tiene control de sí misma por la voluntad e inteligencia.

Quien descubra que la ira no sirve para nada valioso ha experimentado un indicio de inteligencia.

La ira en los animales no es elaboración sistemática.

La ira en el hombre no le permite conocer la felicidad.

La fuerza y la energía en el hombre, no tiene nada que ver con la ira; porque la energía y la fuerza se pueden aplicar y desarrollar con inteligencia y sin ira.

Las frases anteriores están referidas principalmente al comportamiento humano en la forma de comunicarse, en donde hoy en día aún se puede ver que el hombre se entiende mediante el dominio de fuerza bruta y material con las guerras, peleas, dominio económico y el de las armas por sobre lo que sería la razón y la inteligencia.

La ira en los animales es instintiva; en cambio en el hombre es una enfermedad sistemática, emocional, voluntaria, psicológica y mental.

La amargura que se ve en los rostros de las personas en cualquier ciudad es la ira acumulada de tantos problemas y todos sus traumas asociados.

La mayoría de los traumas psicológicos y mentales se desarrollan, se propagan y se contagian por medio de la ira y todos sus derivados. 

Al no existir la ira, no hay forma de que muchas circunstancias deriven en traumas psicológicos y mentales severos.

Un individuo puede sentir en un momento dado mucha rabia y ganas de venganza por una situación cualquiera; la rabia y la venganza son aspectos asociados de la misma ira. La permanencia del odio y la venganza son formas sistemáticas del proceder.

En el proceder sistemático alevoso están presentes la razón, el intelecto, la voluntad, la educación, los principios, la experiencia, la emoción, la identificación, etc.

La sociedad que tiene ansias y desesperación de venganza para condenar a muerte a una persona es ira acumulada producto de tantos traumas emocionales y psicológicos. Al condenado quizás, se le hace un favor al ejecutarlo, en cambio los que ansiaron la condena seguirán traumatizados para siempre. 

Una persona le provoca la muerte a otra en un accidente automovilístico; un pariente de la persona fallecida intenta matar por venganza al protagonista del accidente. El primero, lamentablemente se ha visto involucrado en un accidente con resultados fatales, y es investigada su responsabilidad en el hecho. El pariente de la persona fallecida con alevosía sistemática producto de traumáticas y malas experiencias de su vida es potencialmente un criminal. 

Se puede llegar a sentir y a lamentar muchísimo la pérdida o partida de una persona o un ser querido, pero lo importante es que aquella situación no origine acciones para acumular ira infinitamente.

El sentido a la vida es la felicidad; y la partida de nuestra existencia es la naturaleza. El trauma emocional es sólo mental y psicológico.

Muchas reacciones emocionales, de depresiones, ansiedad, estrés y de angustias, son acumulación de ira. La ira está presente y asociada en casi cualquier trauma psicológico.

El trauma psicológico es vulnerable y multifacético en el entorno social. Muchos traumas psicológicos se producen con mayor fuerza por la influencia del entorno social, que por las causas originales y reales en sí mismas de la persona en particular que ha sufrido algún daño. 

La sociedad contribuye mucho a hacer de ciertas circunstancias un trauma psicológico y mental en las personas, y sobre todo en las más jóvenes. 

En conclusión, LA IRA (violencia) es una enfermedad psicológica que debería ser estudiada y comprendida en toda la sociedad. El reconocimiento es el primer paso; el conocimiento o gnosis, es el segundo; y el tercero, es un gran resultado científicamente... 




1 comentario:

IVAN RICARDO dijo...

Hay en su escrito bastantes argumentos muy interesantes sobre el origen de la violencia. Me gustaria compartir con usted un planteamiento desarrollado sobre el origen de este problema.
Hablo de la DIFERENCIA. Cuando un hombre se considera diferente a otro, actua con violencia, sus pensamientos son violentos sus acciones y palabras son violentas.
El reconocimiento como elemento fundamental para la consolidacion de una sociedad real, supera la diferencia, pues el individuo se ve como un otro, como un igual. Es el reconocimiento el acceso a un estado superior de la conciencia,superando el individualismo. En una sociedad individualista, no podemos acabar con la violencia.